Kim Jong Un se reunió con el presidente Xi Jinping en China, en su primer viaje como gobernante fuera de Corea del Norte
El mandatario de Corea del Norte, Kim Jong Un, se reunió con el presidente de China, Xi Jinping, en un encuentro secreto del que solo se conoció una vez que Kim abandonó Pekín, cuando la información fue confirmada por las agencias de noticia china y norcoreana.
Se trata del primer viaje internacional de Kim desde que asumió las riendas del país en 2011. Es también su primer encuentro con un jefe de Estado. "Sin duda, mi primera visita al extranjero debía ser a la capital china", dijo Kim durante un banquete ofrecido por Xi Jinping. "Es mi deber solemne", agregó.
El tema en el que se centraron las discusiones no estaba claro ni quién las solicitó. Los reportes de medios sugieren que Kim buscó el encuentro en momentos en que necesita un aliado clave en vísperas de la apertura diplomática que procurará con el presidente estadounidense, Donald Trump, después de más de un año de tensión y amenazas.
A inicios de marzo se conoció que el líder de Corea del Norte había extendido una invitación a Trump para visitar Pyongyang y así entablar un diálogo sobre su programa nuclear con fines bélicos, según informó entonces la Casa Blanca. En ese momento, no se confimó ni fecha ni lugar para el encuentro.
Entre otros anuncios, la agencia oficial china Xinhua confirmó este martes que Corea del Norte está "comprometida con la desnuclearización" y dispuesta a reunirse en una Cumbre con Trump. Cuando a inicios de marzo se supo sobre la apertura para este encuentro, Corea del Sur y Japón celebraron la disposición de los mandatarios a encararse y saldar sus diferencias.
Este ambiente de diálogo ocurre tras meses de fuertes tensiones con la Península de Corea por una serie de pruebas de misiles balísticos y de ensayos nucleares llevados a cabo por el régimen comunista. Pyongyang ha desarrollado un misil que, en teoría, podría alcanzar cualquier punto de EEUU con una ojiva atómica.
La tensión fue tan elevada en algunos momentos que Trump llegó a afirmar que respondería con "un fuego y furia que el mundo jamás ha visto" si Kim seguía adelante con sus pruebas. Incluso las fuerzas armadas de EEUU enviaron tres portaaviones el año pasado a aguas cercanas a la Península como una demostración de fuerza y disuasión.
La Casa Blanca aseguró que ve el anuncio como "una prueba más de que nuestra campaña de máxima presión está creando la atmósfera apropiada para el diálogo con Corea del Norte", dijo la vocera Sarah Sanders.
La visita, que comenzó el domingo y terminó el miércoles, se da a conocer luego de que el lunes se rumorara que un misterioso tren con extremas medidas de seguridad viajó de Pyongyang a Pekín para trasladar al líder norcoreano.
"Mantuve conversaciones exitosas con (el presidente) Xi Jinping sobre las relaciones entre los dos partidos y los dos países, nuestras respectivas situaciones internas, el mantenimiento de la paz y la estabilidad en la península coreana y otros asuntos", declaró Kim Jong Un durante el banquete que le ofreció el presidente chino, según Xinhua.
La reunión en Pekín también le sirvió al norcoreano para distensar las relaciones con China, quien se ha mostrado tan preocupada por el poderío nuclear de Kim que incluso apoyó las duras sanciones que le impuso la ONU.
Como una forma de reciprocidad por la visita, Kim invitó a Xi Jinping a visitar Pyongyang y el presidente chino aceptó, según los reportes de la agencia norcoreana KCNA.